El poseer un implante dental conlleva la misma responsabilidad como si se tratase de un diente común, y su higiene es fundamental para asegurar, tanto el éxito de este, como una durabilidad extendida de la prótesis sobre el implante dental.
Los casos de fracaso en los procedimientos de implantes dentales pueden llegar desde, una mala planificación, una mala praxis (colocación), hasta descuido y mala higiene sobre la zona donde se colocó el implante dental.
Por esta última razón el paciente está expuesto a sufrir inflamaciones en la zona por acumulación de bacterias en la porción cervical (base) de la corona del implante, que, de no ser tratada, podría desencadenar en un fracaso en la osteointegración (fijación) del implante dental.
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